S.eñor
D.on
Fran.cisco Domenech
Cambrills
Ponce y mayo 24 de
1823
Venerado padre: cuando a últimos del año 17 me propuso
U.sted la venida o remisión de mi
ermano, si tenía en qué ocuparlo, le contesté que como él estuviese dispuesto a comportarse
bien no le faltaría ocupación útil ni conocimientos que adquirir, pero que no verificara su
embarque sino eran sus ideas por cual observa.ción tan justa me adquirí una reconvención de U.sted y él, la que hize preveniendo lo mismo que desgraciadamente
e experimentado. En esa a mi ermano la Patria potestad no le dejava voluntad propia teniendo
que regular sus acciones según la de U.sted que siendo ríjida y austera si mal no me acuerdo no le permitía librarse a sus
inmoderadas pasiones. La falta de medios tenía sufocadas una gran cantidad de ideas que fueron
eccitadas en el momento que lo tuvo a su disposición como fuees el luxo y absoluta
independencia para poderse entregar a todas las pasiones, de lo que resulta que estando en esa
oprimido y violento, deseava con ansia separarse de U.sted, por lo que abrazó con gusto el partido de venir a ésta,
formándose el concepto que a mi lado se conduziría como le pareciese y que teniendo un ermano
rico él lo sería también y dispondría a su antojo de su caudal, lisonjeándose quizás de
sujetarme a su voluntad, aciéndome depender de él. Llena su cabeza de semejantes ideas llegó a
la capital de esta ysla en donde solamente por insinuarse ermano mío alló casa, amigos,
ausilios y quien inmediatamente sin siquiera darme parte satisfizo la cantidad que por resto
del pasaje adeudara. Llegado a mi casa sin ropa o con muy poca y ordinaria inmediata tuvo a su
disposición cuántas clases de jéneros quiso, pues aviéndolo colocado desde el primer día en mi
tienda recibió orden de mandar acer los vestidos que quisiere y como mejor le pareciere
asignandole también un sueldo mensual de doze pe.sos lo verifiqué después asignándole 16, a pesar de serme en su
principio en nada útil a causa de sun ignorancia y falta de de conocimientos. Todos mis
intereses estavan a su disposición y él mismo no negará que desde su entrada en mi casa a |=ha ido
siempre un cajero, estando a su cargo el dinero que unas veces eran muchos miles
pe.sos algunas pocas y nunca nunca
ninguno. Un canvio de situación tan repentino como es el pasar de la dependencia en
q.ue se allava en esa
sinque de nada podía disponer a la onesta libertad y facultades que le concedí lo
confirmó en las ideas que se avía forjado y siendo por consideración tratado y respetado como
yo mismo creyó era un derecho q.ue
el título de ermano le dava y no contentándose con lo indicado, abusando de mi bondad, intentó
reijirse en absoluto, despreciando no solamente mis órdenes que estava en derecho de dar como
amo y somo superior sino también mis consehos y correcciones que moderadamente se acía sentir
cuando las faltas me obligaban, las
q.ue
recibía con altanería e insolencia, insultándome en retribución del servicio de modo que
estando discordes un todo teníamos continuos disgustos. Ésta para mi querido padre era
una existencia desagradable, fastidiosa y desgraciada, en el medio de la comodidad no pasaba un
momento satisfactorio, tenía contínuamente delante de mis ojos la causa de mis desazones, lo
que me era mucho más sensible cuando reflexionara q.ue mi estado de fortuna me permitía disfrutar con comodidad del
fruto de 10 años de un asiduo trabajo y mil privaciones a que gustoso me sujeté con la
esperanza de se de ellas recompensado disfrutando algún día de una vida cómoda.
U.sted mismo convendrá que a todo
trance devía de remediar tamaños malos pues las riquezas de nada valen al hombre si de ellas no disfruta ni ace buen uso. Me resolví, pues a separar de mí la
causa de mis disgustos obligando a mi ermano a reembarcarse para esa, lo que verificó el 17 del
presente en un bergantín americano q.ue estando a mi consigna.ción despaché para Baltimore en
los Estados Unidos de América para que desde allí
con un buque estranjero pase a esa en donde espero se allará en término de dos meses. A pesar
de los disgustos q.ue me causó
después de bien vestido a mi costa antes de su salida como lo verá cuando llegue me comprometí
a pagar el pasaje de ésta al norte y de allí a la
Península, cuyos gastos unidos a los de equiparlo y valor de 500
pe.sos que en azúcar le dí con
algunos otros que indebidamente antes de su salida me obligó a acer forman una suma que 950
pe.sos que en obsequio de mi
tranquilidad e sacrificado. Espero me ará asiasi
U.sted como todo ese pueblo la
justicia de creer bi son causados por mí los disgustos indicados, pues muy lo contrario, e
sufrido más de lo que devía. Creo conduzirá mucho al esclarecimiento de la justicia que espero
se me aga manifestar la conducta q.ue e observado en doze treze años que de
U.sted estoy separado. A la salida
de mi cara patria tenía solamente treze años, no abía en mí más que unos escasos rudimentos de
las primeras letras. Me encontré en tan tierna edad en cual las pasiones comienzan a insinuarse
en el corazón umano, libre y dueño de entregarme a ellas, lo que no hize, sujetándome desde el
momento que puse los pies en el suelo americano a la voluntad de un hombre y al desempeño de
obligaciones que no dejavan de ser arduas, privándome en el momento
q.ue fui dueño de mi voluntad, de
mi libertad, aciéndome dependiente de la de otro por la papa de 12$ mensuales, sujeto a toda
clase de privaciones y servicios. La rebolución de
Costa Firme me obligó a pasar a esta hisla, entré contra mi voluntad en dasa de mi
tío, permanecí en ella un año al fin del cual salí de ella sin dinero, sin ropa y tan tonto
como abía entrado. En vista de mi comportamiento una persona que frecuentava la casa de mi tío
me admitió en su sociedad, fui inmediatamente encargado de una tienda en el campo en donde
estuve en el medio de los montes siete años ya solo ya con un negro, pasando infinidad de
priva.ciones, siendo unas veces
cocinero, otras panadero, pasando noches y días trabajando, enterrado en mi casa años enteros
sin que para mí ubiese fiestas o bailes ni ninguna clase de diversiones, empleándome en
cuanto conduzía al aumento del capital, vistiendo tan humildemente (ahunque con limpieza) que
en siete años q.ue en dicha casa
permanecí era de maón azul y vistado cuanta ropa usé. Fatigado de ser ermitano y deseoso de
vivir entre jente cibilizada allándome ya con capasidad y fuerza para establecer un pro solo
verifiqué mi separación correspondiéndome 1500$, siendo tan limitadas las utilidades a causa de
muchas pérdidas que en espediciones marítimas esperimentamos. Y principiando a trabajar por mi
cuenta me hize conocer de los comer.ciantes estranjeros y españoles, en la ysla y fuera de ella, y abriéndome algunos
amigos la puerta del crédito el exacto cumplimiento que a mis primeros empeños dí, me
adquirieron tanta reputación que muy en breve mi firma fue admitida doquiera que era conocido,
como moneda corriente, de modo que podría disponer de cientos fondos quería. En el término de
diez y ocho meses puede,o limitado capital en 15000$, tal fue la actividad y buen suzeso de mis
negocios, nada me fatigava, desprecia va con denuedo los peligros,
noche y día eran higuales para mí y empleava en el trabajo. Muchas veces estuve espuesto a
morir a manos de los piratas o de las tempestades en la mar, o tan pronto estava en una ysla
como en otra, y últimamente estimulado por el feliz resultado de mis especulaciones las más
ariesgadas eran las q.ue con más
confianza emprendía. En estos 18 meses a pesar de tantos afanes aprendí la lengua france
sa y la música, ahunque no con perfección, perolo suficiente para expresar mis
sentimientos en la primera y divertirme con mi flauta en la segunda. Haga
U.sted un paralelo entre los
trabajos q.ue a pasado mi hermano y
los q.ue dejo indicados y verá si
merecen la pena de que yo pusiera en sussus manos cuanto tengo, abandonándoselo y
aciéndolo mi amo. Llegó de España a mi casa en
donde alló casa estuvo muy cómodo, esclavos
q.ue le sirvieran, dormir cuando
le parecía, se paseava cuando quería, se divertía en bailes y cuantas clases de diversiones
abía, ningún peligro, tampoco soles, pues jamás salió de casa a viaje alguno, buenas camisas y
demás ropa regularmente fina, tanto dinero como quería, ¿y a todo esto no se le llamará pasar
trabajos e incomodidades? Y después de que con tantos afanes adquirí lo que tengo devía yo
permitir que un s.eñor cavallero por
llamarse ermano se hiziera amo de lo mío y quisiera gobernarme? No, querido padre, al paso que
e trabajado para adquirir bienes de fortuna, lo e echo también en cultivar mi entendimiento y
si mis progresos por esta parte no an correspondido a mis deseos me lisonjeo de conocer mis
derechos y deberes con respecto a todas las cosas y personas. Si todo lo dicho no basta para
justificarme de las sospechas que la conducta o temperamento q.ue con mi ermano e observado tienen lugar aré mérito también
del buen concepto y aprecio que vecindario compuesto de 13000 almas me a dispensado elijiéndome
por unanimidad de votos su síndico apenas cumplí
la edad ordenada por la Ley, cuyo cargo estoy desempeñando según mis limitados conocimientos me
permiten.
Le aseguro que con verguenza ago de mis acciones y conducta
mérito, pues conozco es un medio de acerlas|hacerlas despreciables por brillantes
q.ue sean, pero no puedo de ello
dispensarme cuando trato de probar a mi padre y a todos mis compatriotas, soy incapaz de
comportarme mal con quien merece lo contrario. Una palabra sobre esta materia no hubiera
escrito si hubiese considerado mi ermana capaz de no culparme, es decir de darle un colorido a
su expulsión ocultando los verdaderos motivos, pero como estoy cierto es incapaz, antes de ser
acusado creo de mi deber justificarme, con lo q.ue paso a otros asuntos menos desagradables.
Mi situación continúa siempre próspera, buena salud y pocos
cuydados, no es mala vida.
Mucho tiempo a pasado sin carta de
U.sted, esto me admira mucho, pues
me ace creer no me tiene muy presente, pero todo lo aclararemos el año prójimo venidero si Dios
quiere, cuando me alle en esa, lo que será si no me muero antes.
Si U.sted se atreviese a acer un viaje a ésta a principios del año entrante con un
surtimiento de frutos de esa regresaríamos los dos juntos, pero en caso
q.ue se resuelva no deje de
asegurar sus intereses a todos riesgos.
Mi respeto a mi s.eñora madre, se
servirá ofrecer y muchas caricias a mis ermanas, participándoles mi prójima venida.
Ezpresiones a mis amigos y en particular a mi maestro a quien dava a leer la presente para
que se la explique.
Es quanto se me ofrece y mande a su humilde hijo q.ue
S. M. B.,
E.steban Domenech