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"En el ojo del huracán"

Cartas de Ultramar a España, 1823 - Edición digital

AHNE63751511

Esteban Domenech a su padre Francisco Domenech. Ponce. 24 de mayo de 1823

Editor Werner Stangl
Sprache español
Manuskript España Madrid Archivo Histórico Nacional Estado 6375, n.15, doc.11
Hand Letra delgada, muy bien legible
Schlüsselwörter conflictos familiares vida cotidiana, comercio (en Ultramar) viaje (a Estados Unidos) viaje (a España) viaje (a Ámerica) colaterales de guerra

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S.or D.on Fran.cisco Domenech Cambrills Ponce y mayo 24 de 1823

Venerado padre: cuando a últimos del año 17 me propuso U.sted la venida o remisión de mi ermano, si tenía en qué ocuparlo, le contesté que como él estuviese dispuesto a comportarse bien no le faltaría ocupación útil ni conocimientos que adquirir, pero que no verificara su embarque sino eran sus ideas por cual observa.ción tan justa me adquirí una reconvención de U.sted y él, la que hize preveniendo lo mismo que desgraciadamente e experimentado. En esa a mi ermano la Patria potestad no le dejava voluntad propia teniendo que regular sus acciones según la de U.sted que siendo ríjida y austera si mal no me acuerdo no le permitía librarse a sus inmoderadas pasiones. La falta de medios tenía sufocadas una gran cantidad de ideas que fueron eccitadas en el momento que lo tuvo a su disposición como fuees el luxo y absoluta independencia para poderse entregar a todas las pasiones, de lo que resulta que estando en esa oprimido y violento, deseava con ansia separarse de U.sted, por lo que abrazó con gusto el partido de venir a ésta, formándose el concepto que a mi lado se conduziría como le pareciese y que teniendo un ermano rico él lo sería también y dispondría a su antojo de su caudal, lisonjeándose quizás de sujetarme a su voluntad, aciéndome depender de él. Llena su cabeza de semejantes ideas llegó a la capital de esta ysla en donde solamente por insinuarse ermano mío alló casa, amigos, ausilios y quien inmediatamente sin siquiera darme parte satisfizo la cantidad que por resto del pasaje adeudara. Llegado a mi casa sin ropa o con muy poca y ordinaria inmediata tuvo a su disposición cuántas clases de jéneros quiso, pues aviéndolo colocado desde el primer día en mi tienda recibió orden de mandar acer los vestidos que quisiere y como mejor le pareciere asignandole también un sueldo mensual de doze pe.sos lo verifiqué después asignándole 16, a pesar de serme en su principio en nada útil a causa de sun ignorancia y falta de de conocimientos. Todos mis intereses estavan a su disposición y él mismo no negará que desde su entrada en mi casa a |=ha ido siempre un cajero, estando a su cargo el dinero que unas veces eran muchos miles pe.sos algunas pocas y nunca nunca ninguno. Un canvio de situación tan repentino como es el pasar de la dependencia en q.ue se allava en esa sinque de nada podía disponer a la onesta libertad y facultades que le concedí lo confirmó en las ideas que se avía forjado y siendo por consideración tratado y respetado como yo mismo creyó era un derecho q.ue el título de ermano le dava y no contentándose con lo indicado, abusando de mi bondad, intentó reijirse en absoluto, despreciando no solamente mis órdenes que estava en derecho de dar como amo y somo superior sino también mis consehos y correcciones que moderadamente se acía sentir cuando las faltas me obligaban, las q.ue recibía con altanería e insolencia, insultándome en retribución del servicio de modo que estando discordes un todo teníamos continuos disgustos. Ésta para mi querido padre era una existencia desagradable, fastidiosa y desgraciada, en el medio de la comodidad no pasaba un momento satisfactorio, tenía contínuamente delante de mis ojos la causa de mis desazones, lo que me era mucho más sensible cuando reflexionara q.ue mi estado de fortuna me permitía disfrutar con comodidad del fruto de 10 años de un asiduo trabajo y mil privaciones a que gustoso me sujeté con la esperanza de se de ellas recompensado disfrutando algún día de una vida cómoda. U.sted mismo convendrá que a todo trance devía de remediar tamaños malos pues las riquezas de nada valen al hombre si de ellas no disfruta ni ace buen uso. Me resolví, pues a separar de la causa de mis disgustos obligando a mi ermano a reembarcarse para esa, lo que verificó el 17 del presente en un bergantín americano q.ue estando a mi consigna.ción despaché para Baltimore en los Estados Unidos de América para que desde allí con un buque estranjero pase a esa en donde espero se allará en término de dos meses. A pesar de los disgustos q.ue me causó después de bien vestido a mi costa antes de su salida como lo verá cuando llegue me comprometí a pagar el pasaje de ésta al norte y de allí a la Península, cuyos gastos unidos a los de equiparlo y valor de 500 pe.sos que en azúcar le con algunos otros que indebidamente antes de su salida me obligó a acer forman una suma que 950 pe.sos que en obsequio de mi tranquilidad e sacrificado. Espero me ará asiasi U.sted como todo ese pueblo la justicia de creer bi son causados por los disgustos indicados, pues muy lo contrario, e sufrido más de lo que devía. Creo conduzirá mucho al esclarecimiento de la justicia que espero se me aga manifestar la conducta q.ue e observado en doze treze años que de U.sted estoy separado. A la salida de mi cara patria tenía solamente treze años, no abía en más que unos escasos rudimentos de las primeras letras. Me encontré en tan tierna edad en cual las pasiones comienzan a insinuarse en el corazón umano, libre y dueño de entregarme a ellas, lo que no hize, sujetándome desde el momento que puse los pies en el suelo americano a la voluntad de un hombre y al desempeño de obligaciones que no dejavan de ser arduas, privándome en el momento q.ue fui dueño de mi voluntad, de mi libertad, aciéndome dependiente de la de otro por la papa de 12$ mensuales, sujeto a toda clase de privaciones y servicios. La rebolución de Costa Firme me obligó a pasar a esta hisla, entré contra mi voluntad en dasa de mi tío, permanecí en ella un año al fin del cual salí de ella sin dinero, sin ropa y tan tonto como abía entrado. En vista de mi comportamiento una persona que frecuentava la casa de mi tío me admitió en su sociedad, fui inmediatamente encargado de una tienda en el campo en donde estuve en el medio de los montes siete años ya solo ya con un negro, pasando infinidad de priva.ciones, siendo unas veces cocinero, otras panadero, pasando noches y días trabajando, enterrado en mi casa años enteros sin que para ubiese fiestas o bailes ni ninguna clase de diversiones, empleándome en cuanto conduzía al aumento del capital, vistiendo tan humildemente (ahunque con limpieza) que en siete años q.ue en dicha casa permanecí era de maón azul y vistado cuanta ropa usé. Fatigado de ser ermitano y deseoso de vivir entre jente cibilizada allándome ya con capasidad y fuerza para establecer un pro solo verifiqué mi separación correspondiéndome 1500$, siendo tan limitadas las utilidades a causa de muchas pérdidas que en espediciones marítimas esperimentamos. Y principiando a trabajar por mi cuenta me hize conocer de los comer.ciantes estranjeros y españoles, en la ysla y fuera de ella, y abriéndome algunos amigos la puerta del crédito el exacto cumplimiento que a mis primeros empeños , me adquirieron tanta reputación que muy en breve mi firma fue admitida doquiera que era conocido, como moneda corriente, de modo que podría disponer de cientos fondos quería. En el término de diez y ocho meses puede,o limitado capital en 15000$, tal fue la actividad y buen suzeso de mis negocios, nada me fatigava, desprecia va con denuedo los peligros, noche y día eran higuales para y empleava en el trabajo. Muchas veces estuve espuesto a morir a manos de los piratas o de las tempestades en la mar, o tan pronto estava en una ysla como en otra, y últimamente estimulado por el feliz resultado de mis especulaciones las más ariesgadas eran las q.ue con más confianza emprendía. En estos 18 meses a pesar de tantos afanes aprendí la lengua france sa y la música, ahunque no con perfección, perolo suficiente para expresar mis sentimientos en la primera y divertirme con mi flauta en la segunda. Haga U.sted un paralelo entre los trabajos q.ue a pasado mi hermano y los q.ue dejo indicados y verá si merecen la pena de que yo pusiera en sussus manos cuanto tengo, abandonándoselo y aciéndolo mi amo. Llegó de España a mi casa en donde alló casa estuvo muy cómodo, esclavos q.ue le sirvieran, dormir cuando le parecía, se paseava cuando quería, se divertía en bailes y cuantas clases de diversiones abía, ningún peligro, tampoco soles, pues jamás salió de casa a viaje alguno, buenas camisas y demás ropa regularmente fina, tanto dinero como quería, ¿y a todo esto no se le llamará pasar trabajos e incomodidades? Y después de que con tantos afanes adquirí lo que tengo devía yo permitir que un s.or cavallero por llamarse ermano se hiziera amo de lo mío y quisiera gobernarme? No, querido padre, al paso que e trabajado para adquirir bienes de fortuna, lo e echo también en cultivar mi entendimiento y si mis progresos por esta parte no an correspondido a mis deseos me lisonjeo de conocer mis derechos y deberes con respecto a todas las cosas y personas. Si todo lo dicho no basta para justificarme de las sospechas que la conducta o temperamento q.ue con mi ermano e observado tienen lugar aré mérito también del buen concepto y aprecio que vecindario compuesto de 13000 almas me a dispensado elijiéndome por unanimidad de votos su síndico apenas cumplí la edad ordenada por la Ley, cuyo cargo estoy desempeñando según mis limitados conocimientos me permiten.

Le aseguro que con verguenza ago de mis acciones y conducta mérito, pues conozco es un medio de acerlas|hacerlas despreciables por brillantes q.ue sean, pero no puedo de ello dispensarme cuando trato de probar a mi padre y a todos mis compatriotas, soy incapaz de comportarme mal con quien merece lo contrario. Una palabra sobre esta materia no hubiera escrito si hubiese considerado mi ermana capaz de no culparme, es decir de darle un colorido a su expulsión ocultando los verdaderos motivos, pero como estoy cierto es incapaz, antes de ser acusado creo de mi deber justificarme, con lo q.ue paso a otros asuntos menos desagradables.

Mi situación continúa siempre próspera, buena salud y pocos cuydados, no es mala vida.

Mucho tiempo a pasado sin carta de U.sted, esto me admira mucho, pues me ace creer no me tiene muy presente, pero todo lo aclararemos el año prójimo venidero si Dios quiere, cuando me alle en esa, lo que será si no me muero antes.

Si U.sted se atreviese a acer un viaje a ésta a principios del año entrante con un surtimiento de frutos de esa regresaríamos los dos juntos, pero en caso q.ue se resuelva no deje de asegurar sus intereses a todos riesgos.

Mi respeto a mi s.eñora madre, se servirá ofrecer y muchas caricias a mis ermanas, participándoles mi prójima venida.

Ezpresiones a mis amigos y en particular a mi maestro a quien dava a leer la presente para que se la explique.

Es quanto se me ofrece y mande a su humilde hijo q.ue S. M. B.,

E.steban Domenech

Cataluña A D.on Fran.cisco Domenech comer.ciante de Cambrills

ISLAS DE BARLOVENTO


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