Querida Pepa de mi corazón: me alegraré sigan sin la menor novedad en tu salud juntamente las s.eñoras de la Celda y los de la casa de Don Ant.onio Cañete, yo bueno juntam.ente mi esposa la que te se ofresce a tu disposición.

Lla creo habrás savido por Ygnacia como el 22 de nov.iembre anterior me puse en estado con D.oña Juana Lucía Miranda y Vega, sobrina de la esposa de tío Pablo Aguilar y además de esto es una persona de mucho aprecio p.or su padre y demás de su familia, pues basta decirte que son los primeros q.ue este partido señala por su limpieza de sangre y caudales que en América esto se encuentran poco de solo una leche sino de muchas ligas con mulatos y grifos, que no es como en nuestro país.

No sé cual sea la causa que en veinte y ocho meses que hace falto de la península no haya yo visto una sola letra de tu puño, ni menos de Sebastiana, que lo mismo lo han hecho ambas y así de ninguna tengo quejas y a las dos se las doy justas y a la una en particular.

El decirte mi situación y casos sucedidos son por demás, pues tú los deves saver por menor cuales son, han sido y desbanecieron algunas cosas q.ue al parecer molestavan pero todo se tranquilizó y quedamos en paz, los enemigos y fieles amigos los que nos tiravamos a matar. Me parece te digo bastante con esto para que conozcas adonde se dirijen las palabras en un todo.

Pásalos bien y manda dando expresiones a mi m.adre Lucía y Concepción con la s.eñora Felipa y los s.eñores Ant.onio Cañete y su hermano y manda lo que gustes a tu berdaro te ama,