S.eñor es D.on
Fran.cisco y María Domenech Cambrils
Ponce y marzo 15 de
1823
Tiernos y amados padres: sin duda
que mi silencio les causará
grande inpaciencia pero después que
U.stedes
estén informados de la causa quedarán satisfechos y verán no ha sido mi negligencia ni descuydo
de mi parte.
El feliz y anhelado momento ya por mí ha
llegadoy, esto es, la separación entre mi hermano e yo y póxima regreso a esa casa
paternal, único lugar en donde un hijo puede disfrutar las mayores satisfacciones de la vida
más agradable.
Me es sumamente sensible, pero preciso tener
que informarles de la causa de
esta imprevista y precipitada separación y regreso para míconservar mi buena opinión
y el afecto y buena voluntad que
U.stedes
me tienen, me contentaré con darles una corta idea que bastará para disipar de
U.stedes todo malo concepto
que de mí puedan
U.stedes haber formado por las falsas informaciones que mi ingrato hermano puede
haberles hecho.
Tendrán U.stedes muy bien presente el tiempo hace que de
U.stedes estoy separado, pues todo él lo he pasado en compañía de él ganando como un
individuo cualquiera 12$ mensuales, habiendo él sido la causa que yo despreciase por las
ofertas me hacía y esperanzas que me daba, proposiciones que me ofrecían más ventajas que las
que me ofrecían las suyas. Yo
persuadido cumpliría con lo que me
ofrecía, he tratado siempre de economizar y mirar sus intereses como míos propios, pero estas
miras en lugar de una recompensa generosa por su parte han merecido una ingratitud tanto
mayor cuanto eran dignas de recompensa. En julio del año pasado partió para una colonia
estrangera con una mulata o a lo menos, aunque de color blanco, por línea recta originaria del
África, con objeto de casarse con ella clandestinamente, lo que verificó formando una contrata
entrambos constituyéndose el darle la cuarta parte de las utilidades que su jiro le produciese.
Volvió con ella y se la trajo en su casa y antes de poco tiempo principió ella a odiarme y
quejarse a mi hermano le causaba yo muchas incomodidades y molestias y últimamente porque como
todo mi conato era velar sobre los intereses de mi hermano no podía ella destruir y gastar con
profusión atesorar y proveer a los suyos de todo en abundancia, me levantó falsos supuestos que
determinaron a mi hermano echarme de su casa lo mismo como entré. Es suficiente sepan
U.stedes esto por ahora, que cuando nos veamos sabrán mucho más
que hasta aquí, pues hay mucho
que decir sobre el particular y
el barco con que devo marchar o regresar está ya levando las anclas deviendo hacer escala a
Baltimore, provincia de los Estados Unidos del Norte de América.
Entre tanto q.ue el dulce momento de reunirnos llega, reciban caros padres el
más tierno afecto de este su hijo participándolo a todas mis hermanas contando siempre con que
soy su más obediente hijo
Q. S. M. B.
,
Francisco Domenech